¿Y porqué en el aire?...
El amor está en el aire, el aire lleva y trae los aromas de las estaciones del año, también nuestro proceso fisiológico indispensable, la respiración, se ejecuta y completa con él…El aire se ha convertido en el canal que puede transportarnos cuando nuestro cuerpo desaparezca, para llevarnos dónde deseemos y definitivamente ser pasto de la eternidad…Es grandioso, vasto y denso…El hábitat de millones de aves, nuestro trayecto en múltiples viajes…La vida por excelencia, la muerte transitando en él y ésta como tránsito de la vida por tanto…
¿Y porqué en el aire?...
Porque en él los castillos lucen más, tienen espacio, flotan…A plena luz del día o en medio de la noche, grandes o pequeños, medievales o de vanguardia, compartidos o en soledad…Los castillos en el aire son portadores de amor, de flores en la primavera y de calor en el verano, de hojas en el otoño y de copos de nieve en el invierno, también son portadores de las cenizas esperanzadas de millones de seres humanos que dejaron definitivamente el mundo material…Son alma y espíritu, sueños y anhelos…Cuando se desmoronan remontamos tarde o temprano, ya que su construcción no implica costes muy elevados pues están hechos de materiales que nosotros mismos fabricamos y conocemos a la perfección, por eso, nuestra especialización en este tipo de construcciones nos tranquiliza, ya que sabemos que en breve, volveremos a experimentar la dulce sensación de construir un nuevo castillo en el aire, lo haremos tan pronto como nuestra realidad nos hastíe un poco de nuevo, tan pronto como conozcamos a alguien especial, tan pronto como nuestros horizontes se amplíen, tan pronto como creamos que seremos capaces …
Es por todo ello y por algunas razones más por supuesto, por lo que me parece muy loable e importante la lucha contra la contaminación medioambiental…